Existió. A día de hoy, existen muchos otros, y por desgracia no cuentan con el mismo apoyo mediático. No estoy en contra de respetar el pasado, pero sí de perpetuarlo, sobre todo si vale esto para ocultar el presente. Nunca nadie ni nada podrá restituir a esas personas lo que les pasó, y nada podrá maquillar en la Historia de la Humanidad lo que fue.
Pero basta. Porque esas personas ya están muertas o ya han padecido. Muchos de sus descendientes son ahora criminales que holocaustan a otros compatriotas o a otros de otro país que han ocupado con el beneplácito y apoyo de Europa y EE.UU. Sabemos de lo que estamos hablando. No me creo en la situación de pedirte que difundas el holocausto palestino, el de Chiapas, el de Ruanda, y los que no sé ni cómo se llaman, porque eso debe salir de ti, porque hay que ver la humanidad exigida más allá de toda pretensión humana de explicarla, porque entonces la vuelve algo político, y yo no voy a apologizar mi dolor por mis hermanos (un musulmán es hermano de un musulmán, sean de donde sean) no voy a gritar desde la impotencia y la frustración como fervorosa creyente en una democracia que murió con los griegos, porque ya no existe, no voy a hablarte como la defensora de los derechos humanos por encima del sillón presidencial que los está aplicando. Debe nacer de ti, y pido a mi Dios que te ilumine, no para que seas como yo, sino para que veas. Hay muchas fotos en internet, cada vez que veas una por los judíos, mira una por los otros. Al menos equilibra tu balanza.
No puedo consentir formar parte de esta cadena de perpetuación, y de silenciamiento. comprende mi indignación, mi rabia, mi dolor; me gustaría que tb fueran tuyos, no para que sufrieras, sino porque hubieras encontrado el lazo que nos une a todos por encima de religiones o ideas: todos somos hombres, a todos nos duele igual.
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