´Tengo una soledad tan concurrida, tan llena de nostalgias y de rostros de vos...´ (M. Benedetti)


Vine a Hamburgo con un fardo de sueños y proyectos atados con el lazo de la confianza engreída, como quien simula ante el ojo ajeno para que no vea la inseguridad. Durante un mes he tenido calor, de la aceleración de adrenalina. Un mes después ya comienzo a sentir el frío.
Quien me conoce sabe que lo que empiezo lo termino, y se me voy, ha de ser por la puerta grande; pero confieso que esto empieza a pesarme.
Ahora que el tiempo ha decidido compartir piso conmigo, y que de repente me he aficionado a cosas nuevas, ahora que he cambiado cigarro (¿seguro?) por internet, la misma ansiedad de algo grande me corroe, sin querer admitir una verdad: me encuentro ante mí misma. Ahora lo queda soy yo, y me resulto ser Terra Nova para exploradores que han leído en cómics las aventuras de Drake.
Vistas las cosas así, pretendo carpe diem, y nada más, pero sin los que quiero, y los que solían estar, es una cuesta del Carmelo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tódo para el blog